Comerciantes de los grandes almacenes del centro son acusados de poner en peligro a sus empleados
-Por no sacrificar ganancias no quieren aceptar los horarios de apertura y cierre obligando a sus empleados a correr para llegar a tomar sus camiones
-Empleadores con largo historial de dar bajos sueldos y malos tratos a sus trabajadores son acusados de chantajear a sus empleados con despidos, rebajarles más sus salarios y obligarlos a crear disturbios y marchas
-Empresas como tiendas Chapur o Almacenes Farah, entre otras, explotan a sus trabajadores y ponen en riesgo a cientos de familias y a la comunidad
Mérida, Yucatán, 2 de octubre de 2020.- En un acto de total incongruencia y de falta de empatía y solidaridad con sus empleados, comerciantes dueños de los grandes almacenes del centro de la ciudad se rehúsan a acatar las medidas de horarios de apertura y cierre de negocios y las de movilidad, obligando a sus trabajadores a exponerse a contagios y a correr para alcanzar sus camiones.
De acuerdo con quejas de varios trabajadores, temerosos de perder sus empleos y de contagiarse de Covid-19, expresaron que aunque ellos saben de la importancia de cuidarse, sus patrones no los apoyan, obligándolos a salir después de las horas autorizadas, pues aunque cierren al público, son obligados a quedarse a puerta cerrada a trabajar.
Con la condición de no dar sus nombres, por miedo a quedar sin empleo, algunos señalaron que en comercios como Almacenes Farah o Tiendas Chapur, con largo historial de dar bajos sueldos y mal trato a sus trabajadores, no les está permitido salir a la hora señalada por la contingencia, lo que los obliga a apurarse para llegar a tomar sus camiones.
Hay que recordar que fueron los mismos comerciantes, apoyados por el líder de su Cámara, Michel Salum Francis, quienes propusieron los cambios en los horarios de trabajo, para que fueran de manera escalonada, así como la salida de los paraderos de los camiones del centro, asegurando que era ahí donde se daban los mayores contagios de Covid-19.
Sin embargo, ahora muchos de ellos se echan para atrás al ver que la gente sí está acatando las medidas y prefiere cuidarse que salir de manera descontrolada a compras de productos no esenciales.
Los empleados han dicho que aunque al principio hubo incertidumbre y un poco de descontrol, con el paso de los días ya se han adaptado y hasta se les hace más fácil desplazarse sin el obstáculo de los camiones.
El problema es que alguno de los dueños de los comercios no les dejan salir a la hora adecuada.
Los trabajadores también señalan que la reducción en las ventas no es porque los camiones estén fuera de sus paraderos originales, sino porque la gente realmente se está cuidando y no acuden al centro, para evitar el contagio del Covid-19. “La gente si no tiene que ir, no está yendo. Sí se están cuidando”.
“Y tampoco es que no se venda nada, sino que los patrones no quieren sacrificar sus ganancias, quieren vender y ganar igual que cuando no había el coronavirus. Quieren ganar lo mismo a costa de la salud de los empleados y las familias”, dijo otro.
Incluso, agregó que a los empleados de Chapur, su patrón Armando Chapur les está ofreciendo 500 pesos para hacer una marcha de protesta y exigir que los paraderos vuelvan a sus lugares. Incluso, quiere pagar a gente de fuera, de Cancún, donde también tienen negocios, para armar disturbios.
Ante esta situación, el presidente de la Cámara de Comercio de Mérida, Michel Salum, ha permanecido callado y dejando que sus asociados y representados exploten, chantajeen y amenacen a los trabajadores sin hacerles entender que si los trabajadores se contagian habría cierre de sus negocios por cuarentena.
“No es posible que sólo piensen en ganar y ganar y no piensen en nosotros. Si nosotros nos enfermamos quién les va a atender sus negocios. Parece que quieren que aunque nos enfermemos sigamos trabajando”, señaló molesto el empleado.