Morena Yucatán termina el año dividido, enfrentado y con payasos buscando el protagonismo
-Mario Mex Albornoz, Verónica Camino, Huacho Díaz, Rogerio Castro y Rafael Echazarreta se disputan con ataques bajo la mesa el poder sin tomar en cuenta a la militancia
-La total ausencia de un verdadero liderazgo desbarata el partido y genera un circo mediático de falsos defensores de los pobres
Mérida, Yucatán, 10 de diciembre de 2021.- En medio de la inconformidad de sus agremiados debido a la tardanza para emitir la convocatoria para elegir a la nueva directiva del Comité Directivo Estatal de Morena en Yucatán, los enfrentamientos, golpes bajos y traiciones están a la orden del día y surgen los aprovechados que desesperadamente buscan erigirse como líderes, pero sólo demuestran su ambición y falta de interés en los verdaderos militantes.
El más desesperado es Mario Mex Albornoz, el supuesto líder del partido, pero quien en realidad ha sido dejado de lado y fuera de las decisiones importantes, convirtiéndose en sólo un presidente de caricatura, un payaso que intenta resurgir haciendo una crítica, muy tardía, al presupuesto estatal aprobado ya en el Congreso, dejando en claro que sus diputados actúan sin tomar en cuenta al partido ni a sus dirigentes.
Todo el desorden y falta de liderazgo en Morena Yucatán ha causado que surjan alianzas oscuras y por debajo de la mesa, como la de Rogerio Castro Vázquez y Huacho Díaz Mena, a quienes se les vio muy contentos y pasados de tequilas cantando en la Plaza Garibaldi de la Ciudad de México, lo que ha desatado la furia de otros falsos morenistas, como Verónica Camino Farjat, que aliada con el fuereño Ovidio Peralta Suárez, opera creando divisiones y dando golpes bajos para denostar a sus adversarios y apoderarse del partido en Yucatán.
La derrotada candidata a la alcaldía de Mérida tira la piedra y esconde la mano para deshacerse de quienes le estorban y no se alinean a sus intereses, creando desestabilidad en el partido, dividiendo y generando conflicto y más pleitos, como lo hizo desde que ingresó al partido violando reglas y robándose candidaturas que desataron la furia de los verdaderos militantes y fundadores.
Por otro lado Morena Yucatán continúa destacando los vituperios a la diputada Jazmin Villanueva a quienes exhibieron en redes sociales por un presunto despido injustificado de una empleada.
Todo este desorden y falta de liderazgo han dejado la puerta abierta para que otros aprovechados y títeres lacayos, como el diputado Rafael Echazarreta Torres, se lancen también a la arena de la confrontación buscando igual erigirse en líder, pero igual es un payaso que con discursos plagiados y falsos trata de verse como defensor de los pobres, pero quien sólo sigue órdenes de quienes buscan quedarse con el partido.
Los ausentes en todo este circo son los verdaderos militantes, a quienes no se les toma en cuenta y prácticamente han quedado fuera de las decisiones y de la posibilidad de aspirar a la dirigencia estatal pues no son de interés para quienes operan los destinos del partido en Yucatán.
Morena entrará al 2022 desbaratado, sin fuerza, con pleitos internos muy fuertes que aumentarán conforme se acerque la hora de elegir al nuevo CDE, donde se teme una brutal imposición y una desbandad de militantes aun mayor que la previa a las recientes elecciones, cuando connotados militantes y líderes naturales optaron por abandonar el partido, al que ya consideran muy alejado de los pobres.