Fallece el periodista Carlos R. Menéndez Navarrete, exdirector de Diario de Yucatán

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Mérida, Yucatán, 8 de julio de 2020.- Ayer por la noche falleció, en su residencia de Mérida, el periodista Carlos R. Menéndez Navarrete, exdirector de Diario de Yucatán. Tenía 88 años de edad y desde hacía varios años padecía larga dolencia que al final lo desligó de esta vida.

De acuerdo con el obituario publicado en el Diario de Yucatán, Carlos R. Menéndez Navarrete fue accionista, consejero y tercer director de ese rotativo.

Fue nieto del fundador de este periódico, Carlos R. Menéndez González, e hijo mayor del segundo director, Abel Menéndez Romero, y su esposa María Navarrete Ruz. Nació en esta ciudad el 28 de diciembre de 1931.

Carrera periodística

Director del Diario del 3 de febrero de 1986 al 31 de mayo de 2009, Carlos Rubén Menéndez Navarrete ingresa a este periódico en 1952, al concluir sus estudios de bachillerato en Cuba y Canadá.

Experto en el arte de informar y orientar, linotipista, corrector de pruebas, formador, reportero, cronista deportivo, comentarista de la cultura y la sociedad, redactor pulcro, prolífico editorialista, Premio Nacional de Periodismo 2008, en diciembre de 1961 asume la jefatura de Redacción, por voluntad del primer director del Diario expresada en su testamento, y en 1967 la subdirección del periódico, que preside hasta febrero de 1986, cuando, a la muerte de su padre, inicia 23 años de fructífera dirección general.

Semblanza

Nieto mayor de don Carlos R. Menéndez González, fundador de Diario de Yucatán y su primer director (1925-1961), Carlos Rubén Menéndez Navarrete era hijo del licenciado don Abel Menéndez Romero, segundo director del periódico (1961-1986).

Educado en escuelas jesuitas de La Habana, Cuba, y Kingston, Canadá, ingresa en el Diario en 1952 como corrector de pruebas en la sala de Redacción.

En los 15 años siguientes recorre todos los oficios relacionados con la publicación de un periódico: trabaja como linotipista y formador de páginas en los talleres; reportero de fuentes diversas; cronista deportivo, cultural y social; primer encargado de la recepción de radiofotos de la United Press International y corresponsal de esta agencia de noticias; traductor de los servicios en inglés, jefe de la sección Nacional e Internacional, redactor encargado del cierre de la edición, editorialista y, a partir de 1961, jefe de redacción.

Sus primeros artículos, en las columna uno y dos de la página editorial, con el título de “Mapamundi”, son firmados con el seudónimo de “ABC”. Simultáneamente, en las columnas siete y ocho de la misma página, su abuelo publica su columna “Hojeando periódicos”, con el seudónimo de “XYZ”.

En 1967 asume la subdirección general en tiempos de prueba para Diario de Yucatán. La campaña del periódico contra un fraude cuantioso al pueblo, en obras públicas con financiamiento internacional, y su relato independiente de la campaña electoral derivan en atentados; en un bloqueo económico y noticioso impuesto por los gobiernos federal, estatal y municipal, y en amenazas de represalias a los anunciantes. El resultado cívico fue importante: el partido oficial pierde los comicios y la oposición política gana la presidencia municipal de Mérida por primera vez desde el estallido de la revolución mexicana en 1910.

El acoso gubernamental se acentúa con quemas públicas de ejemplares del periódico y otros actos de agresión en 1969 durante la campaña política por la gubernatura, que concluye en uno de los mayores fraudes en la historia de México, en medio de un clima de indignación popular que saca al Ejército a las calles para asumir la vigilancia de la ciudad y reprimir las protestas.

La defensa de las libertades públicas en su conjunto ocasiona nuevos enfrentamientos del Diario con los gobiernos federal y estatal, con su partido también, en las décadas de los años 70 y 80. Don Carlos ya era director general del periódico desde febrero de 1986.

En las décadas de los años 90 y principios de los 2000, la crítica documentada y la vigilancia a las autoridades federales y estatales de los tres poderes, siempre en defensa de la verdad, la democracia y la libertad de expresión, someten al Diario a la presión de atentados, injurias, boicot, amenazas de cárcel y demandas judiciales entre otros actos de una intimidación, tanto al periódico como a los ciudadanos, que no consigue impedir en 2001 la primera victoria de un candidato de la oposición a la gubernatura de Yucatán en más de un siglo.

En los últimos años, como accionista y consejero de Grupo Megamedia, don Carlos continúa el trabajo personal de reportero y cronista deportivo, cultural y social, en las páginas de opinión, en artículos, columnas o editoriales.

El periódico no se ocupaba de su vida privada o social. En sus 23 años como director general, su fotografía se publicó una sola vez en Diario de Yucatán: en un segundo plano de las bodas de oro religiosas de su hermana Ana María.

El deseo honrado de decir la verdad cueste lo que pueda costar, validado por la rectificación inmediata en caso de error, fue el Norte de su carrera de periodista.

Sus restos mortales serán incinerados y las cenizas depositadas en la iglesia de Cristo Resucitado.

Le sobreviven su esposa doña Berta Eugenia Losa Ponce, hijos Marta Eugenia, María Lorena de Millet, Carlos Ricardo y Ana Laura de Molina, hijos políticos Gerardo José Millet Palomeque, María de Lourdes Gómory Martínez y Octavio Molina Casares, nietos Marta Josefina de Terán, José Luis y José Antonio Domínguez, María Lorena de Medina y Gerardo José Millet, Carlos Ricardo, María de Lourdes, Francisco Antonio y Sara María Menéndez Gómory, y Luciana de Guadalupe, Octavio Antonio y Santiago Lorenzo Molina; nietos políticos Gerardo Terán Luján, Carolina Navarrete Pérez y Leonel Medina González; bisnietos Sara Eugenia y Ana Sofía Terán Domínguez, Guillermo Domínguez Navarrete y María Lorena, Leonel y María Lucía Medina Millet, hermanos Berta Noemí viuda de Cámara, Abel Ricardo, María Teresa de Franco y Alberto Rubén, hermanos políticos María Luisa Medina Peniche, Gustavo Franco Holguín, Patricia Antuñano San Martín y Ana María Preciat Mendicuti, y Mirna Leticia, religiosa teresiana, Beatriz de Lizarraga y Enrique Antonio Losa Ponce.

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