Verónica Camino sigue sin explicar su fracaso para prevenir el delito en Yucatán
-Sus escaramuzas mediáticas contra el presupuesto 2020 tratan de desviar la atención de una investigación por malos manejos durante su gestión
-La cifras del INEGI no miente, antes de la llegada de Camino Farjat al Cepredey se cometían 16,599 delitos al año, durante su fracasada gestión de prevención se duplicaron a 31,857
Mérida, Yucatán, 10 de enero de 2020.- A pesar de que Verónica Camino Farjat se jacta de saber mucho de seguridad y de haber dirigido el Cepredey, organismo encargado de prevenir los crímenes en Yucatán, hasta ahora no ha explicado por qué las cifras de delitos se duplicaron en Yucatán durante el período que ella fue la directora.
Como se sabe, Camino Farjat fracasó totalmente en prevención de la delincuencia cuando fue directora del Centro Estatal de Prevención Social del Delito y Participación Ciudadana (Cepredey), pues la tasa delincuencial aumentó casi al 100%, pasando de 16,599 delitos en 2011 a 31,857 en 2014, según lo demuestra la Tasa de Incidencia Delictiva por Entidad Federativa elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (Inegi).
Según el Inegi, en 2011, previo a la llegada de Verónica Camino al Cepredey, el número de delitos en Yucatán era de 16,599 al año. La hoy senadora tomó la responsabilidad de prevenir el delito en 2012 y a partir de ese momento comenzó una escalada delincuencial que hizo que al final de ese año los crímenes llegaran a 22,945. Es decir, se registraron 6,346 delitos más que antes de su llegada.
En 2013, los delitos aumentaron a 23,728, casi mil crímenes más al año; pero el clímax ocurrió en 2014, cuando los delitos llegaron a una cifra de 31,857; es decir, se duplicaron los crímenes con relación al año previo al que Verónica Camino llegó al Cepredey. Un total fracaso.
Verónica Camino abandonó en 2015 el Cepredey y como “premio” a su nefasta labor se le regaló la candidatura a una diputación local, lo que otorgó fuero en caso de que se hiciera una investigación a su trabajo totalmente ineficiente.
A pesar de esos malos resultados, que demuestran que sobre seguridad no sabe nada, se atreve a cuestionar la inversión que en seguridad se hace y toma como bandera política la defensa de la sociedad cuando en realidad es una traición empujada por su mezquina ambición política.