El edificio del Congreso, reflejo de la mala administración de Felipe Cervera Hernández y del PRI
-Construido apenas hace 4 años, en el gobierno de Rolando Zapata Bello, hoy se pone al descubierto que se usaron materiales de baja calidad y sin la debida supervisión
Mérida, Yucatán, 30 de octubre de 2019.- La mala administración de Felipe Cervera Hernández como presidente del Congreso del Estado no sólo se observa en el desaseado manejo de sus finanzas, que lo tienen en una situación de crisis, sino que incluye la irresponsabilidad en la vigilancia de las instalaciones que recibió de su excompañera de partido, Celia Rivas Rodríguez, a quien le tocó estrenar el nuevo edificio construido en el gobierno de Rolando Zapata Bello.
Hoy, el legislador priista Cervera Hernández, luego de un año en su puesto, se da cuenta de que el inmueble fue construido con materiales de baja calidad, a pesar de que se pagaron más de 120 millones de pesos en los trabajos.
Acostumbrado a sólo pedir sin ofrecer soluciones reales, Cervera Hernández pretende culpar al actual gobierno estatal de las goteras y filtraciones, entre otros desperfectos que hay en el edificio, cuando hace más de un año, al recibir el inmueble, debió verificar las condiciones en que se encontraba para exigir, al aún gobernador Zapata Bello, que se verificara que todo estaba en perfectas condiciones y funcionaba en orden.
Sin embargo, ahora que los desperfectos empiezan a aflorar se le hace muy fácil acusar de falta de mantenimiento del edificio y pedir que se invierta en su reparación, cuando sabe se está pasando una etapa de austeridad debido a los recortes presupuestables del gobierno federal.
Si en su momento se hubiera percatado de todo ello, hubiera no sólo solicitado su reparación, sino una investigación para deslindar responsabilidades y hacer valer las garantías que todo constructor de la obra que desarrolla debe ofrecer.
Como todas las cosas heredades de los gobiernos priistas, empiezan a salir los defectos en su construcción y la nula vigilancia de quienes en su momento han sido los responsables de su administración y salvaguarda, responsabilidad que desde hace un año recae en el legislador priista.